domingo, 10 de octubre de 2010

CRONICAS MARCIANAS


Es tarde hoy, me visto con solo una polera y jeans delgados, demasiado delgados.Llego a una cuadra de las calles prat esquina haydn, donde se pone la feria de navidad cada año

Recuerdo en ese instante el cuento de Ray Bradbury, cuando todo era un carnaval, cuando todo era alegría dentro de las "crónicas marcianas"...recuerdo cuando el año anterior pasé por la calle haydn y ví sus luces, rememorando que una nueva navidad se me avecinaba.

jueves, 7 de octubre de 2010


Suelo, en primavera usar la camisa encima de la polera. Suelo en primavera mirar los árboles y fijarme más detenidamente en las puertas de casas viejas (amor), solía usar el cabello largo para esconderme de las gentes (muletilla); suelo usar aros, pulseras y anillos pa demostrar cuan hombre soy. (amistad) suelo abrazarte cada noche cuando morfeo me lleva en tus brazos. (nubes)

domingo, 3 de octubre de 2010

La cuenta


Servido y pagado!
esa fue la frase más noble que escuché de la camarera anoche después de repasar nuestras vidas bajo 3 heineken. Los viejos apostaban la suerte a los caballos y me di cuenta que era una cuadro digno de pintar. Transmitian un partido del colo colo y el baño estaba forrado de cartones en el piso y la ampolleta según yo, tenía el filamento cortado pero alumbraba el lavamanos y me ví! Yo, tan bajo de alturas, tantos baños visitados; en santiago cientos, en chile algunos, por fuera del continete...algunos y me ví, me vi frente al espejo y analicé repetidamente cada una de mis canas que me han pasado la cuenta.

Repasé mis frases y volví a enrrostrar a la camera, le robé información. Su hija de 17 años fué madre hace poco y ella sale a las 11 de la noche, me alega que se demora 45 minutos en llegar a su casa en puente alto y recrimino a nuestro sistema de transporte de la calamidad de perder 2 horas solo viajando al trabajar. L aconsolé con mil de propina, valía el esfuerzo. Las cervezas estaban heladas.

retomé el rumbo al baño y miré más allá de la imagen en el espejo y me ví anciano, apostando a los caballos lentos y soñando con mujeres rápidas