domingo, 3 de octubre de 2010

La cuenta


Servido y pagado!
esa fue la frase más noble que escuché de la camarera anoche después de repasar nuestras vidas bajo 3 heineken. Los viejos apostaban la suerte a los caballos y me di cuenta que era una cuadro digno de pintar. Transmitian un partido del colo colo y el baño estaba forrado de cartones en el piso y la ampolleta según yo, tenía el filamento cortado pero alumbraba el lavamanos y me ví! Yo, tan bajo de alturas, tantos baños visitados; en santiago cientos, en chile algunos, por fuera del continete...algunos y me ví, me vi frente al espejo y analicé repetidamente cada una de mis canas que me han pasado la cuenta.

Repasé mis frases y volví a enrrostrar a la camera, le robé información. Su hija de 17 años fué madre hace poco y ella sale a las 11 de la noche, me alega que se demora 45 minutos en llegar a su casa en puente alto y recrimino a nuestro sistema de transporte de la calamidad de perder 2 horas solo viajando al trabajar. L aconsolé con mil de propina, valía el esfuerzo. Las cervezas estaban heladas.

retomé el rumbo al baño y miré más allá de la imagen en el espejo y me ví anciano, apostando a los caballos lentos y soñando con mujeres rápidas